Dolores Rodríguez Sopeña nace en Vélez Rubio, Almería (España), el 30 de diciembre de 1848, cuarta entre siete hermanos. Sus padres, Tomás Rodríguez Sopeña y Nicolasa Ortega Salomón, castellanos, se habían trasladado desde Madrid a Almería porque D. Tomás había terminado su carrera judicial demasiado joven y no podía ejercer, por lo que acepta un empleo de administrador de las fincas de los marqueses de Vélez.
Su trabajo posterior como magistrado conlleva diversos traslados y así pues la infancia y adolescencia de Dolores transcurren en distintos pueblos de las Alpujarras. Una etapa de su vida que ella misma define como un "lago de tranquilidad".
En 1866, su padre es nombrado Fiscal de la Audiencia de Almería. Dolores tiene 17 años y empieza a tener una vida social más intensa. Pronto se evidencia que no le llamaban la atención ni las fiestas ni otros actos en sociedad y que su interés se enfoca a ayudar a los demás. En Almería tiene sus primeras experiencias apostólicas: atiende, material y espiritualmente, a dos hermanas enfermas de tifus y a un leproso, todo ello a escondidas por miedo a que se lo prohibiesen sus padres. También visita a los pobres de las Conferencias de san Vicente de Paúl con su madre.
Tres años más tarde, su padre es trasladado a la Audiencia de Puerto Rico, donde viaja con uno de sus hijos mientras el resto de la familia se instala en Madrid. En la capital ordena mejor su vida: elige un director espiritual y colabora enseñando el catecismo en la cárcel de mujeres, en el hospital de la Princesa y en las Escuelas Dominicales.
En 1871 la familia se reúne en Puerto Rico. Dolores tiene 23 años y permanecerá en América hasta los 28. Empieza su contacto con los jesuitas. El P. Goicoechea fue su primer gran director espiritual. Funda la Asociación de Hijas de María y Escuelas para las personas de color donde se alfabetiza y enseña el catecismo.
En 1873, su padre es nombrado Fiscal de la Audiencia de Santiago de Cuba. Como existe un cisma, su acción se reduce a visitar los enfermos del hospital militar. Pide entrar en las Hermanas de la Caridad, pero su falta de vista, una dolencia que sufría desde una operación de vista a los 8 años, impide su admisión.
Al terminar el cisma empieza a trabajar en los barrios marginales y funda lo que ella denomina "Centros de Instrucción". En ellos se enseñaba el catecismo, cultura general e incluso se prestaba asistencia médica. Dolores consigue muchas colaboradoras para los Centros y los establece en tres barrios distintos.
En Cuba muere su madre, su padre pide el retiro y todos vuelven a Madrid en 1877. En Madrid organiza su vida en tres frentes: el cuidado de la casa y de su padre, el apostolado que ya hacía antes de dejar la Península, y su vida espiritual para la que elige director y empieza a hacer anualmente los Ejercicios Espirituales de san Ignacio. En 1883 muere su padre y se reavivan sus luchas vocacionales.
Por indicación de su director, el P. López Soldado sj, ingresa en el convento de las Salesas, pese a que nunca se había planteado una vida enteramente contemplativa. A los diez días deja el convento, al ver que no era su verdadera vocación y se dedica con más intensidad al apostolado. Abre una "Casa Social" donde se tramitan los asuntos que que surgen de sus visitas al hospital y a la cárcel. Gracias a una visita a una presa que acaba de quedar en libertad, conoce el Barrio de las Injurias. Corre el año 1885 y Dolores tiene 36 años.
Al ver la situación moral, material y espiritual de la gente, empieza a visitar el barrio todas las semanas e invita a muchas de sus amigas. Ahí empezará la que luego se denominará "Obra de las Doctrinas", antecedente de sus “Centros Obreros”. Por indicación del obispo de Madrid, D. Ciriaco Sancha, en 1892 funda la Asociación Seglar "Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola" y al año siguiente recibe la aprobación civil. La Obra se extiende en 8 barrios de la capital.
En 1896 empieza su actividad fuera de Madrid. Pese a la oposición de la Asociación, acepta fundar la Obra en Sevilla. Fruto de muchos malos entendidos, dimite como Presidenta en Madrid al año siguiente y se establece en Sevilla. En sólo cuatro años realiza 199 viajes por toda España para establecer y consolidar la Obra de las Doctrinas por 30 pueblos y ciudades.
En el año 1900 participa en una peregrinación a Roma por el Año Santo. Hace un día de retiro en el sepulcro de San Pedro y allí recibe la confirmación de fundar un Instituto Religioso que diera continuidad a la Obra de las Doctrinas y que ayudara a sostener espiritualmente a la Asociación laical. El card. C. Sancha, entonces ya arzobispo de Toledo, le propone fundarlo allí.
El 24 de septiembre de 1901, en Loyola, después de unos Ejercicios Espirituales realizados junto con 8 compañeras, se levanta acta de fundación de la "Congregación de Misioneras de Cristo Redentor", poco después "Instituto de Damas Catequistas", aunque la fundación oficial fue el 31 de octubre en Toledo. Una de sus grandes intuiciones fue fundar, al mismo tiempo, una Asociación civil, que, al año siguiente consigue el reconocimiento del gobierno.
En 1905 recibe de la Congregación para los Religiosos el Decreto de Alabanza y dos años más tarde, el 21 de noviembre de 1907, la aprobación de las Constituciones directamente de Pío X. Durante estos años, sus "Doctrinas" se fueron transformando en "Centros Obreros de Instrucción", pues a ellos asistían obreros fuertemente influenciados por el anticlericalismo y no podía pretenderse la enseñanza de la religión directamente. Esto también determina que las religiosas de este Instituto no lleven hábito y ni siquiera un signo religioso externo. Cambia sus medios y sus métodos para poder conseguir el fin: atraer a los obreros "alejados de la Iglesia", que no habrán podido recibir instrucción cultural, moral ni religiosa y unir a los "distanciados socialmente", entonces, "la clase obrera y del pueblo" con la "alta y acomodada". Esto lo resume en dos líneas de acción: dignificar al trabajador y crear fraternidad. En pocos años, establece comunidades y Centros en las ciudades más industrializadas de entonces.
En 1910 se celebra el primer Capítulo General y donde es reelegida Superiora General.
En 1914 funda en Roma y en 1917 viajan las primeras Catequistas para fundar en América, concretamente en Chile.
Al año siguiente, el 10 de enero de 1918, Dolores Sopeña muere en Madrid con fama de santidad.
El 23 de marzo de 2003 en Roma fue beatificada por la Iglesia Católica.
En 2018 se celebra el I Centenario de la Ida al Cielo de Dolores Sopeña.
1848
Dolores sopeña nace en vélez rubio (españa)


1928
Cuida enfermos
y pobres en almería


1868
Vuelve a madrid. dolores enseña en escuelas, hospitales y cárceles de mujeres.


1871
Funda las hijas de maría y escuelas dominicales en puerto rico.


1873
Crea centros en barrios marginales en santiago de cuba


1877
Trabaja en cárceles, hospitales y barrios marginales en españa.


1885
Trabaja en el barrio de las injurias. funda varios centros de instrucción en madrid.


1892
Funda una asociación de apostolado seglar.


1896
Extiende sus centros por toda españa.


1901
Funda el instituto catequista dolores sopeña.


1902
El gobierno aprueba su asociación civil con finalidad cultural y social


1914
Se abre en italia la primera fundación fuera de españa


1915
Recibe la cruz de alfonso xii por su trabajo


1917
Expansión a latinoamérica con primeros centros en chile.


1918
Dolores sopeña muere en madrid


1980
Juan pablo ii introduce la causa para su canonización


2003
El 23 de marzo es beatificada en roma


2018
Centenario de la muerte de dolores sopeña


