Yo me arrojo con mis penas, alegrías, deseos, aspiraciones en el seno de tu amor.
Arrojada quedo completamente... en tus brazos paternales y dispuesta a no negarte nada de cuanto me pidas.
Heme aquí “Padre amado” en tus brazos estoy.
En tus entrañas de amor tengo puesta toda mi confianza.
Pongo en sólo Dios mi confianza, creyendo firmemente que Él sólo me saca de todas mis dificultades.
Dios puede más que nadie y Él estaba conmigo.
La fe viva lo consigue todo.
La Providencia siempre vela por todos los que viven arrojados en sus brazos.
A medida de nuestra confianza Dios nos llena.
Yo me echo a dormir en brazos de mi Padre.
Tú y sólo Tú eres el que estás llenado mi corazón y colgada de Ti estaré toda mi vida.
Nos arrojamos en sus amorosos brazos y entonces todo lo podemos y somos conducida/os a donde no podíamos imaginar... Él lo es todo y lo puede todo.
Dios hace diosadas de amor con quien de veras se le entrega.
Siempre he salido adelante con todo porque confiaba en quien todo lo puede y quiere para nuestro bien.
Con Dios todo, solas nada.